En mi época de prepa soñaba con tener el cabello chino y mi mama me quiso dar el gusto aunque al final resulto ser una gran lección pues al salir del salón con mis "chinos" me di la arrepentida de mi vida, un desastre de cabello y durante meses mantuve mi cabello recogido hasta q poco a poco y unos cuantos cortes fueron desapareciendo. La lección: aceptar que mi cabello es tan lacio como el de Morticia Adams y además decidí que al tenerlo tan oscuro y con este serio color de piel que tengo nunca lo pintaría.  Esa experiencia me permitió mirarme al espejo y aceptarme como soy, dejar de lado los estereotipos.  Los años han pasado y muchos y hoy despues de ver este video, con unas cuantas canas, unas estrias que la maternidad me dejo tatuadas y una que otra arruga pero con más madurez y otra visión de la vida y las cosas sigo en la búsqueda de mi mejor versión física, espiritual, académica, laboral, familiar, social ...  mi propia y única mejor versión.  Buenos dias !