Nos han enseñado que el amor duele, nos han dicho: quien te quiere te hará sufrir! Pero no es el amor el que daña o lastima, son las expectativas que creamos al rededor de aquel o aquella a quien "amamos" , pues con el enamoramiento hacemos de un mortal, un heroe y peor aún, pretendemos que este mortael venga a cumplir con nuestras expectativas y a llenar nuestros vacíos, y claro, cuando vemos que nuestro amado héroe no satisface nuestras carencias, el mortal se convierte en sapo, ni siquiera en humano. Es tanto nuestro enojo y decepción que lo degradamos a sapo. Aquí aplicamos la historia a la inversa, creamos un príncipe y después de besarlo se convierte en sapo.
Ningún príncipe, ningún sapo, ningún superheroe y menos un simple mortal podrá llenar nuestros vacíos, nos corresponde a nosotras dejar de ser ranas y convertirnos en princesas; en princesas decididas, valientes, trabajadoras, preparadas, seguras de nosotras mismas; princesas que no necesitemos que un príncipe nos rescate sino que nos complemente, un príncipe que nos apoye y nos motive a ser mejores y nos impulse a seguir creciendo, alguien con quien compartir y no de quien depender.
Dejemos de ser ranas y seamos princesas!!!
Buenos días!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario